De María José con amor, a las niñas del Carmen de Bolívar. Parte I.

Miremos la historia de María José que decidió compartirla y dedicarla con cariño a las niñas del Carmen de Bolívar. He aquí ella con sus propias palabras.


MariaJosePix
María José era una mujer activa y atlética que disfrutaba de la equitación. Gustosamente compartió esta foto que he pixelado para proteger su identidad.

«Cómo quisiera despertar una mañana y que esto fuera solamente un sueño y no tener que pensar: ¿será que mis piernas seguirán funcionando? ¿Podré levantarme de la cama? ¿Podré caminar?. Y vuelvo en sí y me doy cuenta que no es un sueño, es mi realidad, realidad que empezó cuando Profamilia fue a mi oficina a promover la vacuna del VPH y acepté ese enero del 2013 ser parte de esta pesadilla que vivo todos los días. Antes me levantaba y miraba al cielo “Dios ¿que más puedo pedirte soy una mujer supremamente bendecida? No necesito más en mi vida”, y ahora pienso “Si Él permitió que mi cuerpo reaccionara de esta manera es porque su propósito es que sirva de apoyo a las demás víctimas” aunque no sin antes preguntarme una y otra vez ¿porque yo? Pero yo pude elegir, las demás no y la respuesta la encontré: debo servir a los demás. Esto para mi ha sido un drama muy difícil, pasar de ser una mujer activa laboralmente, exitosa, bonita, atlética, envidiada por muchos y ver lo limitada que estoy ahora en todos los sentidos no es nada fácil, más aún cuando tu parte mental y laboral se ven completamente reducidas. No les puedo negar que muchas veces no quería levantar cabeza, entré en estados depresivos porque no quería aceptarlo, no, no, no lo quería. Mi peor crisis fue cuando entendí el origen de mi enfermedad a raíz de las niñas del Carmen de Bolívar, inmediatamente relacioné mis síntomas y comprendí que esto no es una enfermedad psicológica como indirectamente te quieren hacer creer los médicos. Es real y física y descompensa todo tu cuerpo. Pero ahora después de un año y diez meses aprendí a aceptar mi realidad y a luchar día a día porque esta enfermedad no me deje secuelas permanentes y no haga más daño de todo el que ya me ha hecho. Lo peor de todas estas crisis es que te dejan peor físicamente, por eso no se puede desfallecer tanto así que la última vez quedé con crepitaciones en todas las articulaciones de mi cuerpo. No soy una niña pero mi madre me llama todos los días y me dice » mi chiquita, tú eres una guerrera levanta la cabeza, quiero que me devuelvan a mi hija tan llena de vida y energía» y comprendí que la vacuna del VPH no solo robó mi energía sino mi identidad, porque no soy la misma ni física- y ni intelectualmente. Escribí estas lineas con lágrimas en mis ojos, esto me desgarra completamente, porque recuerdo mi vida con un antes y un después, con un futuro hermoso y ahora con uno incierto. Sin embargo no puedo desfallecer y por eso decidí hablar para que las víctimas y todas las personas conozcan mi caso y sea una luz y esperanza para todos».

Con cariño.

María José


El caso de María José, una mujer colombiana de 26 años, comenzó en el año 2013 cuando decidió vacunarse con la vacuna tetravalente Gardasil en una campaña promovida por Profamilia. Esta es la cronología:

  1. Primera dosis: no produjo mayores síntomas.
  2. Segunda dosis (1 meses después) sintió nauseas y vómitos aunque no le dio mucha importancia.
  3. Tercera dosis (2 meses después). María José notó fatiga al subir escaleras, algo bastante extraño pues solía hacer ejercicio a diario. Además experimentó cansancio generalizado, ardor en el estómago que se calmaba al comer y deseos de dormir tan pronto terminaba su jornada laboral. Ella atribuyó estos síntomas a su exigente trabajo el cual demanda de mucha atención y actividad intelectual.

Pero todo iba empeorando. Leamos el testimonio de María José sobre lo que vino después:

Empecé a perder el equilibrio tan pronto me paraba de la cama pero tampoco le presté atención. Un día estando de pié me desmayé y perdí la conciencia, y de ahí en adelante mi vida se convirtió en un infierno y zozobra sin saber con qué nuevo síntoma iba a amanecer y si iba a poder caminar o no. Empecé a sentir vértigo y me iba para el piso apenas me levantaba, lo que sentía era horrible.

Continúa María José:

De ahí en adelante perdí la fuerza en mis manos y piernas y mi tensión arterial cambiaba de forma contraria cada vez que cambiaba de posición. Todo me descompensa; un alimento condimentado o mucha comida, el frío, el calor, la luz solar, las lámparas. Por último ahora me traquea todo el cuerpo, comenzó en las rodillas, ahora me duele y me traquea todo. Me cuesta subir escaleras, tengo fatiga, problemas para dormir, sueño no reparador, tomo Trazodona que me ha ayudado un poco. He sufrido de depresión pues mi estilo de vida está reducido, no puedo caminar sola por el riesgo al desmayo, montar bus o estar en centros comerciales o sitios cerrados. En este momento estoy con medicina laboral, me toca anotarlo todo, me cuesta concentrarme y me canso mentalmente cuando mi mente era brillante. Ahora me reubicaron en el trabajo y no se qué me espera en la parte laboral. Me han tildado de estresada y yo creo que hasta loca pero nada me lo estoy inventando.”

Esta historia tan florida en síntomas atemoriza a cualquier médico y por eso para detectar un patrón más simplificado de su enfermedad, le pedí a María José que llenara la encuesta que diseñé para investigar la enfermedad de las niñas del Carmen de Bolívar.  Allí encontré un espectro amplio de síntomas que resumí en 4 áreas principales:

Inflamatoria

inflammatoriosConsistente con la historia ya relatada por ella misma, los primeros síntomas que María José anotó en la encuesta fueron fatiga excesiva, deseo de descansar tan pronto terminaba su jornada laboral, pérdida de peso de cerca de 10 kilogramos a pesar que comía con mayor frecuencia para calmar su ardor gástrico. Luego se sumaron dolores musculares por todo el cuerpo (mialgias), dolores de cabeza (cefaleas) e inclusive dolor del cuero cabelludo, dolor a ambos lados del pecho aunque acentuado del mismo lado de la última vacunación (izquierdo) y que le ocasionaba dificultad para respirar cuando dolía.

vasoslinfaticos-cuellos
Vasos linfáticos del cuello por donde ascienden las células inflamatorias con restos de la vacuna.

INTERPRETACION: Todos estos síntomas son consistentes con la inflamación producida por la vacuna y su adyuvante hidróxido de aluminio que recluta células inflamatorias en el sitio de vacunación. Estas células ingieren la mezcla de proteínas del VPH con el adyuvante y comienzan un lento peregrinaje por todo el cuerpo a través de los vasos linfáticos. Primero ascienden por el brazo, axila, nódulos linfáticos del cuello, y de allí se dispersan hacia la cabeza por la nuca y cuero cabelludo; o hacia el resto del cuerpo a través del tórax y pulmones. Como estas células portan la vacuna causan inflamación y dolor por quiera que vayan pues cargan el adyuvante hidróxido de aluminio* en su interior (*componente esencial de Gardasil, vacuna tetravalente contra el VPH de Laboratorios Merck). Los síntomas sistémicos como fatiga crónica y mialgias se explican por la tormenta o avalancha de citoquinas producidas al depositarse la vacuna en los tejidos. Todos estos síntomas son atribuibles al adyuvante mediante la estimulación de la respuesta inmune innata o inespecífica.

Pero aparte de estimular la respuesta innata/inespecífica, la vacuna fue diseñada para estimular la respuesta adaptativa/específica. El objetivo de la vacuna es inducir la producción de anticuerpos para neutralizar al virus del papiloma humano cuando invade el cuello uterino. En algunas personas y por razones que no entendemos bien, los anticuerpos son tan variados que aparte de atacar al virus también atacan a la persona misma. Estos anticuerpos inducidos por la vacuna se llaman auto-anticuerpos y al causar síntomas decimos que hay una enfermedad auto-inmune.

Eso es precisamente lo que presentó María José porque además de los auto-anticuerpos que atacaron sus nervios (ver abajo), sus articulaciones también resultaron afectadas como lo demuestran los síntomas de crepitaciones que ella llama ‘traqueo en todo el cuerpo’. Estos consisten degeneración articular prematura por falta de lubricación articular y demostrables por la fricción de tendones y cartílagos durante el movimiento articular. Estos síntomas son usuales en ancianos pero María José a sus escasos 26 años los sufre cotidianamente por la inflamación inducida por la vacuna VPH. Cualquier reumatólogo que vea pacientes con artritis reumatoidea, lupus y otras puede atestiguar que este síntoma es producido por una inflamación de causa autoinmune y/o degenerativa, en este caso atribuible a la vacuna.

Alteración del Sistema Nervioso Periférico Autonómico.

autonomicosOtro grupo de síntomas que María José experimentó y que causó minusvalía fueron las afecciones del sistema nervioso autonómico producido por auto-anticuerpos dirigidos contra sus nervios. Antes de vacunarse María José controlaba bien la presión arterial cuando se incorporaba de la cama o de una silla como cualquier persona normal. Pero a raíz de la desmielinización de sus nervios por culpa de la vacuna, María José tiene ahora dificultad para mantener el equilibrio, siente mareos y dos veces por semana sufre síncopes, en ocasiones con pérdida de la conciencia. Este síntoma se explica porque cuando una persona se pone de pié la sangre se acumula en la parte baja del cuerpo por fuerza de la gravedad (ver figura abajo), pero si el sistema nervioso simpático es normal éste logra apretar los vasos sanguíneos y estimular el corazón para mantener la presión arterial sin causar síntomas.

PotS-mujeres-sincope
Mecanismo normal para mantener la presión arterial al asumir la posición de pié. El sistema nervioso simpático ayuda a contraer los vasos sanguíneos y aumentar la fuerza y frecuencia cardiaca para compensar la caída de la presión arterial. Al fallar este mecanismo el paciente experimenta mareos y desvanecimientos (presíncope y síncope)

Pero si el sistema nervioso simpático falla, la presión arterial baja y al cerebro le falta la sangre así explicando los síntomas de mareo (presíncope) o pérdida del equilibrio (síncope) con caída de la presión (hipotensión ortostática) o taquicardia postural (POTS). Cada vez que María José tiene un síncope, le toma cerca de 3 horas recobrarse y por eso su médico le ha prohibido salir a la calle sola. Su capacidad laboral y movilidad han quedado severamente restringidas pues aún si no colapsa, las sensaciones de mareo y vértigo son frecuentes durante el día. Debe utilizar medias de várice para evitar la acumulación de  mucha sangre en sus piernas y así evitar el síncope. Debido a que los auto-anticuerpos estimulados por la vacuna de VPH circulan en la sangre, no es extraño que también lleguen a destruir otros nervios simpáticos como el que controla el párpado izquierdo el cual con frecuencia está seco y le ocasiona un tic, su piel y cuero cabelludo permanecen secos por falta del reflejo de sudoración, y cuando hace frio su capacidad para compensar la temperatura a través del reflejo de tiritar se ve disminuido y de allí la intolerancia al frío.

Pero esos auto-anticuerpos han atacado también a los nervios parasimpáticos que controlan diversas funciones digestivas como el reflejo de deglución en el esófago y con frecuencia María José se atora al deglutir y tiene dificultad para pasar saliva cuando habla. También su digestión se ha enlentecido ocasionando intolerancia a las comidas grasas o abundantes y posiblemente su flora intestinal ha cambiado ocasionando diarreas. Ha tenido varios episodios de intolerancia urinaria y fecal por daño en los nervios parasimpáticos de la cadera que controlan estas funciones.

Alteración del Sistema Nervioso Periférico Somático

somaticosLos auto-anticuerpos inducidos por la vacuna atacan el aislante de los nervios del sistema nervioso somático que están recubiertos por la proteína mielina mezclada con ciertas grasas y que al destruirse decimos que los nervios están desmielinizados y su velocidad de conducción es lenta e ineficiente. Así pues los síntomas de María José de hormigueos, parestesias, dolores tanto en miembros superiores e inferiores son por daño en esta parte sensitiva del sistema nervioso somático. Y como los nervios que controlan los músculos de las mismas extremidades van empaquetados en los mismos cables, no es de extrañar que la parte motora también se afecte manifestada con síntomas de pérdida de fuerza en manos y piernas. Con frecuencia esto se manifiesta como disestesias consistentes en dolores y calambres en las piernas.

El compromiso de estas partes esenciales del sistema nervioso ha dificultado el desempeño de María José en el trabajo por ejemplo al utilizar el computador, o haciendo oficios en casa y ha menoscabado su fuerza para mantener la marcha ya de por sí afectada por la tendencia a desmayarse.

Impacto en la esfera psicológica

VidaDesmejoradaSorprendería que una enfermedad que ha menoscabado la independencia, movilidad, capacidad de trabajo, sueño y concentración dejara intactas la personalidad y expectativas de una persona que era sana, deportista, inteligente, activa y ambiciosa. Obviamente su esfera psicológica ha sido severamente impactada por la enfermedad. La historia de María José muestra que sus respuestas psicológicas son causadas por la enfermedad y no como afirma el ministro de salud que una histeria colectiva causa los síntomas. La secuencia de cómo la enfermedad impacta la esfera psicológica de María José se evidencia en su reacción de llanto ante cada síncope debilitante, o la intolerancia a la luz y olores químicos que su sistema autonómico no puede neutralizar, o el temor a sitios cerrados o concurridos que por ser cálidos y menos oxigenados provocan síncope en personas susceptibles, la dificultad de concentrarse y pobreza cognitiva por falta de un sueño reparador. Y como ella misma anota «Calidad de Vida Desmejorada» no sorprende que María José reúna casi todos los criterios para el diagnóstico de Depresión Mayor con la excepción del sentimiento de poco valor propio. Carecer de este síntoma indica que María José sabe claramente que ella es un ser humano valioso que gozaba de entera salud antes de aplicarse la vacuna Gardasil, y aunque no deja se sentirse culpable por aplicarse la maldita vacuna, sabe que ésta es la responsable de su enfermedad.

Diagnóstico

Entonces ¿cuál es el diagnóstico?. La enfermedad de María José ha sido estudiada por diversos especialistas colombianos que han hecho varios diagnósticos órgano-específicos sustentados científicamente con los mejores estándares de la medicina moderna. Ya miraremos en detalle tales diagnósticos cuya discusión merece su espacio aparte.

Pero hay un diagnóstico que los médicos no han hecho por ser una enfermedad relativamente nueva que involucra síntomas que pasan los linderos de sus respectivas especialidades: El Síndrome ASIA.

El Síndrome ASIA es un término acuñado por el Dr. Yehuda Shoenfeld que significa Síndrome Autoinmune/Inflamatorio Inducido por Adyuvantes para describir los síntomas que manifiestan personas con activación crónica del sistema inmune. Dentro de tales trastornos se agrupan a los pacientes de recibieron diferentes tipos de vacunas y cuyo principal activador inmunológico según estudios animales es el adyuvante compuesto por sales amorfas de aluminio.

  1. Figuran entre los pacientes aquellos inmunizados con vacunas de la Hepatitis B, Papiloma Humano e Influenza/Gripe (Estados Post-vacuna).
  2. Personas vacunadas que forman un foco inflamatorio crónico en el músculo alrededor de la sustancia inyectada (Miofascitis Macrofágica).
  3. También están los soldados en la Guerra del Golfo que de manera preventiva recibieron múltiples vacunas y antídotos para intoxicaciones con el arma química ‘gas nervioso’ (Síndrome de la Guerra del Golfo).
  4. Mujeres cuyo implante mamario se ha roto y ha liberado partículas que causan inflamación crónica (Siliconosis).
  5. Personas que viven en ciertas edificaciones e inhalan partículas que provocan inflamación crónica (Síndrome de Edificio Enfermizo).

María José reúne varios de los criterios principales del Síndrome ASIA como:

  • Exposición a un agente externo inflamatorio en este caso la vacuna tetravalente Gardasil con adyuvante de Hidróxido de Aluminio
  • Síntomas de mialgias y debilidad muscular
  • Artralgia y artritis
  • Fatiga crónica, sueño no-reparador y/o perturbaciones en el sueño
  • Manifestaciones neurológicas
  • Perturbación cognitiva/ Pérdida de Memoria
  • Los demás criterios no se han estudiado o están en estudio.

El caso de María José es una prueba fehaciente que la vacuna tetravalente Gardasil induce una enfermedad orgánica y responsable del Síndrome ASIA entre otros tantos diagnósticos órgano-específicos que miraremos en un próximo artículo. Miraremos los exámenes de laboratorio que sustentan la presencia de inflamación, la presencia de un trastorno autonómico y somático del sistema nervioso periférico con afección en otras esferas.

La gran pregunta que queda es ¿Sufren este mismo síndrome las niñas del Carmen de Bolívar?

10 comentarios sobre “De María José con amor, a las niñas del Carmen de Bolívar. Parte I.

  1. Demasiada coincidencia, me he puesto a llorar solo con leerlo. por la impotencia que me ha causado. llevamos buscando mas de tres años porque podia tener todos todos esos sintomas. Quien puede ayudarnos? maria jose (malaga españa)
    facebook: m j garcia

  2. Hola María, entendiendo tu sentimiento y por favor ayúdanos a sacar esto a la luz para que podamos evitar más víctimas. Si te parece por favor llena la encuesta de síntomas es posible que tu caso nos muestre un ángulo que desconocemos. El formulario de la encuesta lo puedes bajar de http://wp.me/p2OitE-dE imprímelo llénalo a mano con un bolígrafo de color oscuro y le sacas fotos con tu celular o lo escaneas y me envías a mi correo. Allí hay instrucciones detalladas.

  3. I am so sorry Maria i am always looking for answers for what happened to my daughter too at 16 May God Forever Bless You Sweetheart.

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